¡Tu carro está vacío!
La crisis del coronavirus en su segunda oleada ha traído consigo otra de la que se habla menos, la digital, que también está lastrando la salud de muchas personas y que, según algunos expertos, nos aboca a una tercera ola, la de los trastornos mentales, la psicológica. Y ¿cómo saber si se está afectado, si se padece tecnoestrés?
Los casos más evidentes son los del teletrabajo y el estudio desde casa. Pasamos una media de 8 horas con la mirada fija en una pantalla de ordenador, móvil o Tablet. El confinamiento provocó que todo el mundo viviera más virtual que nunca, usando dispositivos digitales para trabajar, estudiar, comprar, hacer ejercicio, entretenerse, comunicarse con la familia, con los amigos, realizar gestiones... En unos meses se produjo una transformación digital que, en otras condiciones, igual habría requerido el transcurso de una década. Nuestro ocio también se ha digitalizado. El estudiante en su tiempo libre ve vídeos de YouTube, chatea y juega a la PlayStation con amigos o ve alguna serie. En los últimos meses sufre a menudo dolores de cabeza, y los de espalda son diarios.
El teletrabajo en casa supone jornadas de más de 8 horas pendientes también de ordenador; reuniones que antes eran presenciales pasaron a la historia; las clases particulares que antes eran nuestra vía de escape ahora son tutoriales en internet. Leemos las noticias deslizando una pantalla tras otra, mientras engordamos, nos estresamos y lo pagamos con los demás. “La red se ha convertido en un analgésico digital, nos distraemos y desestresamos a golpe de clic”, afirma Gabriela Paoli, psicóloga y experta en adiciones relacionadas con la tecnología.
Nuestro día a día es una tristeza o desgana total, estamos irritables. No recordamos el día que no nos dolía la espalda o la cabeza.
Cada vez más los especialistas advierten que la adicción al móvil, a los videojuegos o a las apuestas online es solo la punta del iceberg. “Por debajo hay millones de personas que no van a consulta pero padecen problemas para dormir, cansancio o falta de energía recurrente, dificultades de relación, ansiedad, depresión...” y ese colectivo se ha disparado fruto de la pandemia digital actual, comenta Paoli, convencida de que el móvil e internet “son el agujero negro por el que se va nuestro tiempo y nuestra salud”.
Las consecuencias derivadas de esta pandigitalización son físicas, psicológicas, también relacionales. “A nivel de comunicación, lo digital está desplazando otras actividades más beneficiosas para el desarrollo emocional, cognitivo y social, y es grave, sobre todo en el caso de niños y jóvenes, que aún no han completado su desarrollo fisiológico”, comenta.
Desde el punto de vista físico, los médicos han detectado un aumento de las patologías oculares(miopía, visión borrosa y ojo seco, entre otras), de problemas osteomusculares –la llamada ‘chepa digital’–, del síndrome del túnel carpiano, de cefaleas tensionales, calambres, sobrepeso... vinculados al incremento de la vida digital de sus pacientes. También han crecido los casos de wasapitis, término con el que designan a las patologías derivadas del uso reiterado del móvil con el pulgar. A ello se suman en muchas personas problemas de sueño, de falta de energía, menos agilidad motora y mental, mayor irritabilidad...
El tecnoestrés se suma a otros muchos malestares psicológicos que se han visto acrecentados por la Covid-19: el miedo, la incertidumbre, la soledad, la rabia, la desesperanza... Algunas encuestas indican que ocho de cada diez personas admiten que esta pandemia ha afectado negativamente a su salud mental, y diversos colectivos que trabajan en este ámbito llevan semanas reclamando a las administraciones más recursos para hacer frente a lo que denominan la tercera ola del coronavirus, la psicológica.
Puedes poner freno a esta situación, La doctora Paoli nos ofrece ideas para racionalizar los posibles excesos que realizamos:
“Maria Leticia Alvarez de Llano ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha podido optimizar su sistema de gestión y el contacto con sus clientes a través de Presencia Web a través de página propia y solución de comercio electrónico. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Toledo”.
- Fondo Europeo de Desarrollo Regional - Una manera de hacer Europa.