¡Tu carro está vacío!
La piel es el órgano más grande que poseemos en el cuerpo, y es el que más expuesto está a las agresiones externas. En concreto, la cara y las manos son los que sufren las consecuencias de los cambios de temperatura extremas. ¿Por qué? te lo explico: el frío contrae las venas capilares de la piel, con lo cual se disminuye el riego sanguíneo en la zona expuesta, y disminuye por tanto el aporte de oxígeno y nutrientes a las células. La piel queda con aspecto apagado. En invierno se acumulan además las células muertas en la superficie cutánea causando tirantez y disconfort. Los cambios de temperatura a calor repentino provocan rotura de vasos sanguíneos, rojeces e incluso inflamación.
La hidratación es uno de los factores imprescindibles, incluso varias veces al día, para cuidar nuestra piel. Sobre todo para personas con alguna afección tipo dermatitis o psoriasis. Siempre lo decimos y lo mantenemos: hidratación, hidratación. Grábatelo.
Dadas las circunstancias actuales de obligada protección frente al Covid, con el uso prolongado de las mascarillas y el constante lavado o higienización de manos, la piel está sufriendo mas de la cuenta: sensibilidad de la zona perioral, rojeces, descamación o escozor.
En general, y en especial en estas circunstancias, debemos evitar productos agresivos para el lavado, tanto de manos como de cara y cuerpo. Debemos usar productos testados dermatológicamente, que favorezcan la hidratación y el cuidado de estas zonas más expuestas a las agresiones.
Los productos activos más recomendables para pieles no sensibles son la Vitamina C, el Ácido Retinoico, el Glicólico y los AHA. Las pieles sensibles tienen otras necesidades emolientes y calmantes como el Dexpantenol o el α-Bisobolol. Además, hay que evitar en estos casos el contenido en alcohol, conservantes o perfumes.
La alimentación es otro factor que influye mucho en el estado de la piel; nuestra piel refleja cómo cuidamos al cuerpo por fuera y por dentro. Mantener malos hábitos de vida, dormir poco, el alcohol, el tabaco, la exposición a humos y contaminación... contribuyen a la formación de radicales libres, que contribuyen al rápido deterioro celular.
En resumen, limitar el consumo de grasas saturadas y azúcares, aumentar el consumo de frutas y verduras, beber como mínimo dos litros de agua al día y usar productos hidratantes y protectores debería ayudarnos a mantener la piel en buen estado.
Así que súbete la mascarilla, la bufanda, los guantes y el gorro en modo ON, y a disfrutar lo que puedas.
“Maria Leticia Alvarez de Llano ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha podido optimizar su sistema de gestión y el contacto con sus clientes a través de Presencia Web a través de página propia y solución de comercio electrónico. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Toledo”.
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